Alternativas de desarrollo, desde nuestra practica comunitaria.

La práctica comunitaria comprende un conjunto de dinámicas que resignifican nuestra identidad, cultura y formas de organización, fortalecen y dignifican nuestro territorio y modos de vida. La resistencia, como alternativa de nuestros pueblos ante la invasión de megaproyectos y políticas de “desarrollo”, propone un desarrollo que va desde las necesidades de nuestras comunidades, como una forma de vida y construcción de alternativas desde nuestras prácticas cotidianas. La forma de desarrollo de nuestros pueblos responde a los diferentes contextos de luchas de hombres y mujeres por una vida digna, que posibilita la relación de las diferentes culturas para coexistir y subsistir ante este sistema depredador que aniquila la vida comunitaria de los pueblos.